En 1924 André Citroën organizó una sorprendente aventura que le reportaría no
poca repercusión en medios: La primera travesía de Norte a Sur del continente
africano en automóvil. El objetivo: Promocionar la marca Citroën con un
evento de alcance mundial.
Varias expediciones se habían intentado a través de África sin
resultado positivo debido a las averías de los automóviles y las malas
condiciones del terreno. André Citroën, viendo el potencial mediático de hacer
algo pionero, intentó vencer todas estas dificultades con el diseño de
un tipo especial de vehículo, el que sería la semilla de los 4×4
actuales, y organizó dos expediciones que fueron las más famosas de
todas las travesías en automóvil de las primeras décadas del siglo XX.
La primera travesía organizada por Citroën, una primera toma de contacto con
el continente africano, tuvo lugar en 1922. Por aquel entonces mantenía una dura
competencia con Renault, que también organizaría su propia expedición con
notable éxito, lo que llevaría a André Citroën a plantearse una expedición mucho
más ambiciosa y definitiva: atravesar, de norte a sur, todo el continente;
Le Croisière Noire.
La “Cruzada Negra” tenía como finalidad la recolección de
datos científicos y la apertura de vías de comunicación en el continente, además
de conseguir una extraordinaria publicidad para los automóviles de la casa
Citroën.
La expedición, formada por 17 hombres y 8 coches, partió el 28 de octubre de
1924 de Bechar (Argelia) y terminó ocho meses después en Madagascar, destino
propuesto por el presidente de la República francesa, que quería dar a conocer
la isla –colonia francesa en la época- y sus posibilidades comerciales y
turísticas.
Los vehículos de Citroën cumplieron expectativas; el 14 de diciembre la
caravana alcanzó el lago Chad y desde allí, siempre pasando por territorio
colonial francés, alcanzó el lago Victoria. En ese punto la expedición se
dividió en grupos de dos vehículos, y harían diferentes rutas hasta volver a
encontrarse en Madagascar. A su término, los diferentes grupos habían pasado por
territorios tan poco explorados como Kenia, Zanzíbar, el lago Tanganica,
Mozambique o el desierto del Kalahari, viviendo cientos de aventuras.
La Croisière Noire llevó a Francia infinidad de útiles datos sobre África,
además de diarios de viaje, dibujos, miles de fotografías y más de 20km de
película que fueron ampliamente difundidos por los medios de la época.
Los vehículos de Citroën habían recorrido 28.000 kilómetros en total,
cruzando selvas, desiertos y sabanas; una gran publicidad para Citroën y para
su imagen de vehículos fiables.
Tras esta expedición, André Citroën repitió la experiencia, organizando en
1931 el famoso Crucero Amarillo, que atravesaría Asia. La marca
enamoró al mundo de principios del siglo XX con sus relatos de aventuras a bordo
de un Citroën.
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